El compás. La brújula de la navegación aérea.

El instrumento básico para la navegación es el compás, sigue los mismos principios de funcionamiento que la brújula.  Ambos se basan en la propiedad que posee una barra imantada de alinearse con los polos magnéticos terrestres.

Todos conocemos la brújula básica. Es un instrumento para orientarse consistente en una caja en cuyo fondo está representada la rosa de los vientos. En ella que hay una aguja imantada que gira libremente sobre un eje central  y señala siempre el norte magnético. Para orientarnos, giramos la caja hasta hacer coincidir el norte (N) indicado en la rosa de los vientos con la aguja.  A partir de ahí podemos determinar la dirección que debemos tomar.

En navegación marítima se emplea una variación, en la que la rosa de los vientos está unida a la barra imantada y gira libremente. Indicándose el rumbo seguido por una marca en la caja que señala la proa de la embarcación.

En navegación aérea, también utilizado en navegación marítima, se emplea el denominado compás de mampara.  La diferencia fundamental es que las marcaciones de rumbo no están en la parte superior de la circunferencia, sino en los bordes  laterales de la rueda, presentando directamente al navegante el rumbo que sigue mediante una línea de fe dibujada en una ventana lateral del instrumento.

compás ventana frontal

Como navegar con el compás

Lo primero que debemos considerar es la declinación magnética.  Es la diferencia en grados entre el norte magnético y el geográfico, no coinciden en un mismo punto. Además su gradiente varia según la zona del globo terrestre donde estemos. La variación entre zonas próximas es muy pequeña, asumiéndose un valor para zonas amplias, por ejemplo un país o   varios estados en EE.UU.

En las cartas de navegación calculamos los rumbos geográficos que debemos seguir, pero no podemos aplicarlos directamente sobre el  compás. Debemos sumar o restar la declinación magnética de la zona en la que volamos, obteniendo el rumbo magnético que seguiremos y observaremos en el compás.

La declinación puede ser Oeste (W)  o Este (E), según si el polo magnético se encuentra al Oeste o al Este del polo geográfico.

La regla es la siguiente:

Decl. Este (E)        Rumbo magnético = Rumbo geográfico – Decl. magnética

Decl. Oeste (W)    Rumbo magnético = Rumbo geográfico + Decl. magnética

Esto se ve gráficamente en estos dos ejemplos.

declinacion magnetica este

declinacion magnetica oeste

Se asume para navegación que en España  es Oeste y encontraremos su valor en las cartas de navegación, aunque aquí es muy baja y no afectará.

Como curiosidad podéis consultar la declinación magnética  de cualquier punto  y en cualquier momento en España o Baleares  en http://www.ign.es/web/ign/portal/gmt-declinacion-magnetica

Otros aspectos a considerar en la lectura del compás.

El compás está sujeto a las variaciones de aceleración y a la curvatura de los campos magnéticos. Sufre alteraciones y oscilaciones en virajes, su lectura no es fácil durante las maniobras o inmersos en turbulencias. Consideraremos aquí las alteraciones magnéticas, las alteraciones producidas por los virajes y las aceleraciones.

Error de viraje: Se deben al componente vertical de los campos magnéticos. Es 0 en el ecuador pero casi del 100% en los polos.  El grado de alteración que experimente el instrumento dependerá de grado de alabeo y latitud en la que volamos.

En los virajes hacia el Sur, sean desde rumbo Este u Oeste, el compás  se adelanta, a medida que vayamos girando el compás marcará un rumbo mayor al que realmente tenemos.

Pero en los giros hacia el Norte, sucede lo contrario, el compás se atrasa, indicará un rumbo menor al que llevamos ya en el viraje.

Los virajes a Este y Oeste. Cuando iniciamos el viraje el compás mostrará ya los grados de diferencia anteriores al iniciar el giro. Los irá perdiendo hasta marcar correctamente cuando estamos con rumbo magnético Este u Oeste.

Hay una regla para recordar cuando hay que salir de un giro.

Al Norte “No me paso”, al Sur “Si me paso”.

Error de aceleración: La brújula se inclina sobre su eje en las aceleraciones y desaceleraciones, debido al montaje pendular, y la barra imantada no coincide con los ejes magnéticos de la tierra. Ello provoca que si aceleramos o ascendemos, nos indicará más al norte del rumbo real, en cambio sí desaceleramos o descendemos nos indicará más al sur.

Esta variación tiene su máximo cuando volamos con rumbo Este u Oeste. Reduciéndose a medida que nuestro rumbo es hacia el Norte o al Sur, extremos en los que su efecto es mínimo.

La regla para recordarlo es:

ANDS Acelera Norte Desacelera Sur

Ambas variaciones se producen así en el hemisferio norte. Se invierten volando en el hemisferio sur.

Y parecía fácil ¿no? Vaya proeza la de los pioneros de la aviación cruzando mares y océanos con solo este instrumento de navegación.