Pilotos con manzanas.

Como informático trabajo habitualmente en equipos con sistemas operativos de Micrososft. Es un estándar de uso para la mayoría de empresas y particulares. Si bien, en algunos sectores dedicados al diseño o los técnicos de sonido, entre otros, predominan los sistemas Mac OS.

Una de las razones argumentadas por los usuarios de este sistema es la estabilidad y confiabilidad de los equipos. Es indiscutible que en el sector de la imagen, y por ende del diseño, la marca de la manzana ha demostrado excelentes capacidades. Así como en los programas profesionales para los técnicos de sonido que requieren estabilidad y  velocidad de procesamiento dedicada a una tarea crítica. Es indudable que a un técnico de sonido en una actuación en directo no le puede fallar el software. Ni puede demorarse en la respuesta. Es aquí donde los pilotos coinciden con ellos. Eso no quiere decir que un sistema de Microsoft no pueda acometer dicha tarea, pero es por vox populi la mayor frecuencia de incidencias en estos sistemas.

En los dispositivos móviles, existen actualmente dos sistemas que dominan el mercado. Los dispositivos Apple, los iPhone i iPad con su sistema operativo y los smartphone i tablets con el sistema operativo Android. Ambos sistemas son fiables y con múltiples aplicaciones para todos los ámbitos. Pero en nuestro mundo aeronáutico predominan los primeros. Mis preferencias personales respecto a los sistemas operativos han sido siempre Linux para los equipos  de trabajo y Android para los móviles. Así que ante la necesidad de un software de GPS aeronáutico, y por ser el más utilizado en mi entorno, el Air Navigation Pro. Decidí adquirirlo para mi smartphone, un Xaomi Mi3. Tiene algún tiempo pero me da buenas prestaciones y se muestra ágil con otras aplicaciones como el GPS para el coche.

Ya me lo advirtieron, «no parece funcionar muy bien en Android», y estaban en lo cierto. Su rendimiento es bajo, las consultas se hacen difíciles. Me abre la información del TMA mil veces antes de conseguir abrir la de un campo de vuelo. Ampliar el mapa es toda una odisea. Se podría decir que cuando necesitaba mirar la información de un campo próximo, para cuando lo conseguía, ya me había pasado, literalmente hablando, tres pueblos. Podría argumentarse que es debido a la medida de la pantalla, pero el Xaomi no es precisamente pequeño. Independientemente de ello, mi compañero con su iPhone y el mismo programa podía operar con agilidad y obtener la información necesaria.

En vistas a disponer de un GPS mejor, Eduardo compró un iPad 4 mini de 128 GB + celular.  Hay que decir que probó el mismo dispositivo sin celular. Pero el GPS no conectaba bien con los satélites y tuvo que cambiarlo. De hecho no necesitamos el 4G para nada. Lo importante es tener GPS. Con el WiFi ya resuelves descargar actualizaciones, entre otras cosas. Pero sea por la razón que sea, el iPAd con celular demostró operar mejor. Sin necesidad de poner ninguna tarjeta de telefonía.

Con esa referencia, las pruebas realizadas y el soporte ya instalado en el avión, yo adquirí otro. Posiblemente sea suficiente con el de 32Gb pero por la diferencia de precio, teniendo en cuenta el precio y las ganas que se paga por ellos, también opté por el de 128 GB. Tuve que adquirir de nuevo el programa, pero esta vez para Apple, también más caro.

Ahora con mi experiencia entiendo la razón de que buscando un piernógrafo, encontraba disponibles específicos tanto para iPhone como iPAd. Pero no para otro tipo de dispositivos. Y es que, en esto de volar, no caben dudas ni indecisiones. Por ende, los dispositivos que apoyan en la navegación deben ser igualmente ágiles y confiables.