Ayer sábado, el grupo de alumnos del curso de radiofonista del pasado mes de febrero de la escuela «Vol Rasant» de Moia, quedamos para comer y celebrar que habíamos aprobado, de paso, organizar alguna salida con los aviones.
Quedé con Sebastián por la mañana, compañero de curso y también socio del club de Hostalric, para ir juntos con el avión a Moia. Cuando llegué ya estaba allí, había salido a volar temprano con su paratrike. Despegamos a mediodía. A pesar de las ligeras térmicas de la hora, el vuelo resulto muy entretenido, rodeando el Montseny por el Vallés. Aterrizamos en Moia media hora más tarde.
Poco a poco fueron llegando los miembros del grupo, lamentablemente ni Vladimir, ni Jaume pudieron acompañarnos en esta ocasión, todos esperamos contar con ellos en próximas ocasiones. Mientras en la terraza del restaurante, antes de comer, una buena charla de anécdotas aeronáuticas, no podía ser de otro modo. En la foto de cabecera, los asistentes, de derecha a izquierda. Sebastián, Jaume, Ana, Manel, Nuria, Ramón y Josep.
Moia El Prat tiene mucha actividad el fin de semana, es un buen lugar para ir a comer, parece estar incluido en el menú «espectáculo y entretenimiento», cuanto menos podemos decir que resulta ameno y no faltan temas de conversación. En un entorno donde se respira aviación y pasión por volar. La comida transcurrió barajando las posibilidades de hacer una salida a Coscojuela a mediados del próximo mes. Ir por la mañana, acercarnos dando un paseo al pueblo a comer y volver por la tarde.
En la sobremesa se nos unió Manel, nuestro profesor en el curso. No tardó en instruirnos, empiezo a creer que es su segunda pasión. Aclarando las dudas que le planteábamos en las técnicas del vuelo y las tomas en pistas de montaña, con explicaciones de que hay que hacer, la necesidad de hacer un curso en escuelas especificas, y lo crítica que es la toma de decisiones en ese tipo de vuelos. Como siempre captó completamente nuestra atención, era como volver a estar en clase. Fue genial !!!
Se nos amenizó a última hora con música en directo, con temas de Joaquin Sabina y Juan Manuel Serrat. Un buen café de sobremesa.
Finalmente antes de despedirnos, visita a los aviones. Tanto Ramón, como yo teníamos los aviones en el parking del aeródromo. Así que a enseñar nuestros cacharros voladores. Comentamos sus características, tanto estructurales como en vuelo.
El vuelo de regreso
Llegó la hora de volver a Hostalric. Se había levantado un notable viento de levante y se había formado nubosidad en la zona del Montseny, donde, más tarde nos dijeron, estaba lloviendo. Despegamos con un viento cruzado que mantenía la manga prácticamente horizontal, sin más, llegamos a Hostalric en unos 35 minutos siguiendo la ruta inversa algo más al este, evitando las corrientes del macizo montañoso. Un poco turbulenta la riera de entrada a la 13, preferí meter motor y hacer una segunda aproximación. Acertadamente resultó menos movida, el viento nos debió dar una tregua.
Fue un agradable día con compañeros de afición. Espero se repita en muchas ocasiones, porque no solo volando se vive la pasión aeronáutica.