El pasado 8 de Septiembre recién recibida la licencia de piloto ULM, aprobé el examen práctico a finales de Julio, realicé mi primera travesía como piloto.
Había acordado con mi instructor una salida para esas fechas, él con otro piloto en su fantástico SkyLider y yo con la Tecnam P-96, con la que me había formado y examinado. Tuve la fortuna de recibir por correo la licencia la víspera, así que pudiendo ir como piloto no tardé en ofrecer a mi hermano la oportunidad de acompañarme, a fin de cuenta iba a pagar lo mismo por el avión solo que acompañado, y así lo disfrutábamos los dos. No sé si por valentía o por inconsciencia, pero vino encantado.
Nos presentamos en el campo de Hostalrich a las 9:30 de la mañana, teníamos previsto salir a las 10:00. Un día fantástico para volar, a la hora prevista preparamos el avión, revisión de motor y aeronave, puesta en marcha. Todo ello con un cierto grado de preocupación y ligero nerviosismo, los vuelos de instrucción nunca eran tan largos, ni tan lejos. Al fin y al cabo era (y sigo siendo) un novato en eso de volar. Me informa Jeroni antes de salir que haremos parada en Moia, repostaremos y marcharemos hacía los Pirineos si la «meteo» lo permite.
Inspección prevuelo.
Mi hermano emocionado, no ha volado en ULM nunca, no sabe donde se está metiendo. Eso sí acompañado de su cámara hace fotos a diestro y siniestro, algunas de las cuales acompañan esta entrada. Le voy explicando los procedimientos mientras rodamos y le pido que cuando esté realizando alguna maniobra durante el vuelo no me distraiga.
Empezamos bien! Mis protectores solares rotos. A volar sin gafas de sol!
En cabecera de pista recito mi oración personal, mi comunión con el avión- «Tú eres ahora mi cuerpo, tu motor, mi corazón y mi fuerza, y yo, tu alma. Hoy, juntos, surcaremos los cielos.»- Mi hermano me mira divertido. Desde que leí algo similar en otro blog, utilicé mi versión personal, me funcionó muy bien los días anteriores al examen y en los vuelos solo, ahora no me iba a fallar, la recité muchas veces en voz baja en compañía de mi instructor antes de los vuelos. Me reconfortaba, me daba unos segundos para centrarme en lo que estaba a punto de hacer.
Si, confirmado! era inconsciencia. Que bien se lo pasó!
Despegamos de Hostalric, invito a Jeroni a ir delante y seguirle. Su respuesta tajante por radio -Negativo-, no me queda más remedio que navegar y guiarme solo, suerte de GPS, aunque seguido de cerca por mi instructor. No fue mal, poco después aterrizamos en Moia sin incidencias, tomamos un café, repostamos y partimos de nuevo.
Aterrizando en Moia.
La ruta de la primera travesia.
Como veréis al llegar a Ripoll, debido a que la nubosidad fue incrementándose cambiamos nuestros planes. Volamos por los valles, pasando por los aeródromos de Torrella, Olot, Besalú, Ordis, Viladamat… hasta llegar a la costa en L’Escala. Siguiendo luego la Costa Brava hasta la desembocadura del Tordera, donde ya nos dirigimos a Hostalric de nuevo. Allí aterrizamos a las 14:00 horas. Al final, entre unas cosas y otras, 3 horas de vuelo. La ruta realizada la muestro en la siguiente imagen.
Ruta realizada.
Fue una gran experiencia, muy emocionante y sin duda, lo mejor de todo, fue poder compartir la primera travesia con mi hermano.
Dejo aquí algunas imágenes realizadas durante el vuelo.
Besalú
Costa Brava
Illes Medes
Aterrizando en Hostalric